Vivimos en una era dominada por la cultura de la búsqueda, en la que Google y otros motores nos conducen a un futuro rico en respuestas correctas pero acompañado de un ingenuo sentido de la convicción.
En el futuro podremos responder preguntas, pero ¿seremos lo bastante brillantes como para formularlas?
Jhon Brockman, What We Believe But Cannot Prove
El problema de los científicos y si
son matemáticos, junto a una amistad, en ocasiones te lanzan correos con frases
que hacen pensar…
Cada
año, la Fundación Edge hace una pregunta en su sitio web a los
miembros de la "tercera cultura",
definido por Brockman como
"aquellos científicos y otros pensadores... que, a través de su trabajo y sus publicaciones, están desarrollando las respuestas más profundos de nuestras vidas, redefiniendo el quiénes y qué somos”
En
una era donde estamos saturados de información, no estaremos perdiendo el
control de la simplicidad.
Un hombre honrado pocas veces necesita contar más que sus diez dedos, o, en casos extremos, puede añadir los otros diez de los pies y comprar a bulto el resto.
¡Sencillez, sencillez, sencillez!Que tus asuntos sean dos o tres y no cien o mil; en lugar de un millón, cuenta media docena y lleva sus cuentas sobre la uña de tu pulgar. En medio de este mar picado de la vida civilizada,
Henry
David Thoreau narra los dos años,
dos meses y dos días que vivió en una cabaña construida por él mismo a
mediados del siglo XIX, quería demostrar que debíamos simplificar nuestro
estilo de vida, simplificar nuestras actuaciones, pero el siglo XXI estamos
desbordados o frustrados o confundidos por conceptos y artículos con una
complejidad exponencial.
Nuestra
cotidiana vida está llena de aparatos de apenas sabemos utilizar, desde un
simple robot de cocina, al mando de una televisión con sistema de sonido envolvente
o un teléfono inteligente, sin olvidar las instrucciones de montaje de un
mueble, el prospecto de un medicamento, un recibo de la luz o las declaraciones
para el pago de impuestos tanto como el IVA o la renta.
Mi
primera tarjeta de crédito hace algo más de 30 años, firme un contrato de unas 400
palabras, actualmente firmamos contaros de 20.000 palabras que se convierten en
letra pequeña, que ya nadie lee.
Es conocida la anécdota, PC Pitstop, incluyó una cláusula en su contrato de licencia, ofreciendo 1.000 $ al primero
que enviara un correo electrónico a una determinada cuenta de PC Pitstop.
Tuvieron que esperar cinco meses y unas 3.000 activaciones, hasta que alguien mandara el correo reclamara el dinero.
La complejidad es el escudo del cobarde.
La simplicidad no es nada de simple, puesto que precisa tres
principios fundamentales
- Empatía (conocer las necesidades e intereses de los demás),
- Condensación (reducir la oferta a su mínima expresión)
- Explicación (la oferta debe de ser lo más fácil de comprender o utilizar).
En Zirigoza, desde el primer momento quisimos ser valientes,
ser virtuales precisa más imágenes, más información, que Google sabe ofrecer de
forma desmesurada, pero como decíamos al principio, ¿Sabemos preguntar a un
sistema informático?
A Zirigoza siempre aposto por la simplicidad llamada Customer
Care o Atencion al Cliente, con un teléfono sin trampas para conocer las necesidades
(EMPATIA).
Solo ofrecemos lo que necesite nuestro cliente, al ofrecer
nuestros productos desde una unidad y la opción de recibirlo en el domicilio o
recogerlo en Correos o en nuestro almacén (CONDENSACIÓN)
Respondemos las dudas sobre nuestros productos, que nos hacen
por correo electrónico, en menos de 24 horas, excepto días feriados (EXPLICACIÓN)
Google
como Henry
David Thoreau ¡Sencillez, sencillez, sencillez!
Como curiosidad, Google, a sus empleados, solicita una explicación justificada a quien
desee añadir un módulo visual a su
página de inicio, asignándole unos puntos por cada cambio de tamaño, estilo, y
color. El propósito es acumular el menor número puntos, puesto que a más puntos, menos sencillez.
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